por Christian Sanz
Las negociaciones entre los malvivientes y la policía nunca avanzaron y, a partir las 21 horas, los ladrones comenzaron a dejar salir a algunos rehenes. Horas más tarde, mientras Martín Saldaña conversaba con el mediador, sus cómplices salieron con los dos que quedaban en un automóvil Volkswagen Polo propiedad del gerente del banco, Carlos Cháves. A su lado iba uno de los ladrones llevando como escudo humano, sobre sus piernas, a su esposa Flora Lacave. Atrás iba otro asaltante, Carlos Martínez, y el contador del banco Carlos Santillán, también como escudo humano.
Al salir el auto con los dos ladrones y los tres rehenes de "escudo", muchos de los policías que rodeaban el banco abrieron fuego y en pocos segundos se desató una de las peores masacres que se hayan visto: hubo 170 disparos, 46 de los cuales impactaron en el auto, los rehenes y los ladrones. Cháves y Santillán murieron en el acto, mientras que Flora Lacave y Carlos Martínez se salvaron.
Martín Saldaña, el ladrón que se había quedado dentro del banco fue detenido y al día siguiente fue encontrado ahorcado en una celda de la comisaría 2 de Villa Ramallo. Se dijo que se había colgado usando el forro de un colchón sin que nadie se explicara cómo pudo hacer para arrancarlo (1).
Pronto se sabría que los tres delincuentes habían actuado con la complicidad de la policía. Por caso, Saldaña había participado con anterioridad en otros hechos criminales en los que también aparecía la sombra de policías y ex policías. No por casualidad, entre sus ropas se encontró un plano detallado del interior de la sucursal del Banco Nación.
La "conexión policial" que encubrió a los asaltantes de Ramallo fue parte de una banda que contó con apoyo de policías de Zárate-Campana y de La Plata, en cuya cúpula se encontrarían oficiales de alta graduación. Esto explicaría por qué durante la crisis hubo dos negociaciones paralelas: una oficial y una segunda secreta, de la cual aún no se conocen los detalles. Recordemos que la policía nunca cortó las cuatro líneas telefónicas del banco y sólo intervino tres de ellas, dejando sintomáticamente una libre.
Lo que no se cuenta
En enero de 2000, a un mes de sucedido la masacre de Ramallo, quien escribe estas líneas denunció por televisión que en una de las bóvedas del Banco Nación de Ramallo se encontraba el contenido de una valija que llevaba Carlos Menem Jr. el día que murió estrellado en su helicóptero. Fue el 15 de marzo de 1995, cuando viajaba de Buenos Aires a Rosario para competir en una carrera automovilística, en el sospechoso marco del abandono de su propia custodia.
Según el libro Maten al hijo del Presidente (2), escrito por este periodista, la valija que portaba el hijo del ex presidente Menem contenía papeles con denuncias que comprometían al círculo político más importante del menemismo y los detalles de la "colaboración" entre Argentina y Siria en temas de narcotráfico. La mera mención de ese portafolios — que desapareció por completo el día que murió Carlitos — trajo sendos dolores de cabezas a más de uno. Así se cuenta en el libro referido:
"Hugo Sánchez Trotta, un hombre que en ese momento se encontraba privado de su libertad, había prometido que ni bien saliera de la cárcel iba a ir a declarar y aportar información acerca del destino de la valija y sobre las investigaciones que Carlos Menem Jr. llevaba sobre temas de narcotráfico. Dos días después de salir en libertad y antes de poder decir nada, fue acribillado a balazos por la policía.
Él aseguraba a quien quisiera escuchar que la persona que se llevó el maletín, al poco tiempo pudo verse con diversos vehículos y propiedades. Aparentemente obtenidos gracias a la recompensa por haber hecho desaparecer la prueba.
Para poder profundizar los dichos de Hugo Sánchez Trota, el juez llamó a declarar a su hermano, Antonio Emilio, quien el 25 de febrero de 1997 declaró que lo poco que sabía era a través de su hermano fallecido. Que creía 'que a Carlitos lo mataron por que molestaba al narcotráfico (.) y lo dejaron morir como a un perro'. A poco de declarar y en situación totalmente sospechosa, Antonio Sánchez Trota también fue asesinado.
(...) 'La valija se la llevó un tal Comisario Silva, muy conocido en Ramallo', me aseguró alguien que no quiso que grabe su testimonio. (...) Al mismo tiempo, ni bien se produjo la caída del helicóptero, Emir Yoma le había pedido a Lucho Pineda que entrara cuanto antes al departamento de Carlitos y retirara el contenido de la caja fuerte que estaba al lado de la cama: 'Sacá todo y avisame sin que se entere Zulema', ordenó desde San Nicolás".
Prosigue el mismo libro en otra de sus partes:
"Mientras pensaba en lo increíble que eran los datos que le daban vuelta por la cabeza, Carlitos dudaba una y otra vez acerca de la posible participación de su propio padre en tan sucios negocios. No podía ser que alguien a quien creía conocer tanto, le fuera tan ajeno en algunos aspectos.
De todas maneras, pensaba que cuando estuviera más tranquilo iba a analizar más detenidamente la información que llevaba en el portafolios. Le era difícil entender la relación entre armas y drogas en un país tan alejado de medio oriente. No podía ser que esos 'negocios' hubieran penetrado de tal manera en los estratos más profundos de toda voluntad política".
Precisamente esa valija es la que se quiso sacar del banco, posiblemente para presionar electoralmente a algún candidato específico. No hay que perder de vista dos temas importantísimos: uno, que el hecho se produjera en pleno período electoral y; dos, el sospechoso nerviosismo demostrado por el inepto juez Carlos Villafuerte Ruzzo, el mismo magistrado que llevó adelante la investigación por la muerte del hijo de Carlos Menem (3).
Investigación refrendadaHace un par de semanas, la investigación hecha por este cronista fue refrendada por uno de los delincuentes que sobrevivió a la masacre de Ramallo. Un programa de televisión llamado Informe Central entrevistó a Norberto Céspedes, quien acusó al ex jefe de calle de Colón, Miguel Canario Paolini de "encargar" el robo de una "documentación relacionada con la muerte de Carlos Menem Junior que habría estado en la bóveda del Banco Nación de Ramallo".
Céspedes, que estuvo en su momento acusado de aportar los teléfonos celulares a la banda que actúo en el copamiento del Banco de Ramallo, hizo confeccionar un acta ante su abogada cuando comenzó el juicio oral, donde hizo constar una serie de apremios que había sufrido en la Unidad Penal 3 de San Nicolás. En sus declaraciones televisivas, Céspedes argumentó que en varias cárceles lo habían torturado para que revelara donde estaba el sobre y el video, sacado del Banco Nación de Ramallo.
Es dable mencionar que en el año 2002, el periódico Colón Doce anticipó los mismos nombres que mencionó Céspedes: "el juicio que se realizó en la Cámara Federal de Rosario por el copamiento del Banco Nación de Villa Ramallo había dado un vuelco cuando el imputado Carlos Martínez reveló finalmente los nombres de dos policías que habrían entregado el atraco: dijo que el oficial del Comando de Patrullas de San Nicolás, oficial Miguel Canario Paolini, y el comisario Juan Carlos Maldonado aportaron a la banda un handy conectado a la frecuencia de la fuerza y el plano del Banco."
Hace unos días, este cronista entrevistó a Ana Herren, abogada de Zulema Yoma — madre de Carlitos Menem —, quien admitió: "cuando yo entré a la bóveda del Banco no había nada, ni siquiera plata. Lo que no puede ser cierto es que el policía de calle de Colón sea uno de los que armó la masacre. En realidad fue el ex juez Federal (Osvaldo) Lorenzo, que en ese momento era Ministro de Seguridad de la Provincia.
Zulema tenía datos de que Villafuerte había depositado documentación de la causa en el Banco de Ramallo. Se pensaba que era el primer video que se había obtenido y que nunca más apareció. El día de Ramallo yo recibí un fax en el estudio de entonces, en la Calle Viamonte en el que me decían que había una caja de Adidas que dentro contenía documentación que probaba el atentado. Por eso fuimos con Zulema y entremos al Banco.
¿Qué había en el maletín? Nunca nadie lo investigó. ¿Lograron restituir el reloj que se llevó el primer motociclista y no lograron restituir el maletín?".
El destacado perito Roberto Locles intenta responder la pregunta de Herren respecto al contenido de la valija: "en el viaje final con su avión, Carlitos Menem aterrizó en el aeródromo de Don Torcuato, donde una mujer joven y rubia, le entregó un sobre lacrado con pruebas del tráfico de armas que se estaba llevando adelante en nuestro país. Cuando el avión se precipitó a tierra cerca de Ramallo, un motociclista que llegó primero al sitio de la tragedia, tomó el portafolio con el sobre lacrado y un video en VHF. Los elementos habrían quedado depositados en el Banco Nación de Ramallo".
Concluyendo
El reciente testimonio de Norberto Céspedes es fundamental a la hora de entender qué es lo que sucedió esa gris jornada de septiembre de 1999 en Ramallo. Se ha demostrado sobradamente que la masacre fue un operativo policial para encubrir la participación policial en la planificación y montaje del frustrado asalto. Luego se ha demostrado que existió un operativo político-judicial para encubrir el mismo hecho. Nada parece haber quedado librado al azar a lo largo del tiempo.
La muerte del hijo del presidente Menem jamás fue esclarecida (4), el contenido de la valija nunca apareció y la masacre de Ramallo fue muy mal investigada.
Todos los ingredientes que se necesitan para armar un oportuno cerco de impunidad.
En enero de 2000, a un mes de sucedido la masacre de Ramallo, quien escribe estas líneas denunció por televisión que en una de las bóvedas del Banco Nación de Ramallo se encontraba el contenido de una valija que llevaba Carlos Menem Jr. el día que murió estrellado en su helicóptero. Fue el 15 de marzo de 1995, cuando viajaba de Buenos Aires a Rosario para competir en una carrera automovilística, en el sospechoso marco del abandono de su propia custodia.
Según el libro Maten al hijo del Presidente (2), escrito por este periodista, la valija que portaba el hijo del ex presidente Menem contenía papeles con denuncias que comprometían al círculo político más importante del menemismo y los detalles de la "colaboración" entre Argentina y Siria en temas de narcotráfico. La mera mención de ese portafolios — que desapareció por completo el día que murió Carlitos — trajo sendos dolores de cabezas a más de uno. Así se cuenta en el libro referido:
"Hugo Sánchez Trotta, un hombre que en ese momento se encontraba privado de su libertad, había prometido que ni bien saliera de la cárcel iba a ir a declarar y aportar información acerca del destino de la valija y sobre las investigaciones que Carlos Menem Jr. llevaba sobre temas de narcotráfico. Dos días después de salir en libertad y antes de poder decir nada, fue acribillado a balazos por la policía.
Él aseguraba a quien quisiera escuchar que la persona que se llevó el maletín, al poco tiempo pudo verse con diversos vehículos y propiedades. Aparentemente obtenidos gracias a la recompensa por haber hecho desaparecer la prueba.
Para poder profundizar los dichos de Hugo Sánchez Trota, el juez llamó a declarar a su hermano, Antonio Emilio, quien el 25 de febrero de 1997 declaró que lo poco que sabía era a través de su hermano fallecido. Que creía 'que a Carlitos lo mataron por que molestaba al narcotráfico (.) y lo dejaron morir como a un perro'. A poco de declarar y en situación totalmente sospechosa, Antonio Sánchez Trota también fue asesinado.
(...) 'La valija se la llevó un tal Comisario Silva, muy conocido en Ramallo', me aseguró alguien que no quiso que grabe su testimonio. (...) Al mismo tiempo, ni bien se produjo la caída del helicóptero, Emir Yoma le había pedido a Lucho Pineda que entrara cuanto antes al departamento de Carlitos y retirara el contenido de la caja fuerte que estaba al lado de la cama: 'Sacá todo y avisame sin que se entere Zulema', ordenó desde San Nicolás".
Prosigue el mismo libro en otra de sus partes:
"Mientras pensaba en lo increíble que eran los datos que le daban vuelta por la cabeza, Carlitos dudaba una y otra vez acerca de la posible participación de su propio padre en tan sucios negocios. No podía ser que alguien a quien creía conocer tanto, le fuera tan ajeno en algunos aspectos.
De todas maneras, pensaba que cuando estuviera más tranquilo iba a analizar más detenidamente la información que llevaba en el portafolios. Le era difícil entender la relación entre armas y drogas en un país tan alejado de medio oriente. No podía ser que esos 'negocios' hubieran penetrado de tal manera en los estratos más profundos de toda voluntad política".
Precisamente esa valija es la que se quiso sacar del banco, posiblemente para presionar electoralmente a algún candidato específico. No hay que perder de vista dos temas importantísimos: uno, que el hecho se produjera en pleno período electoral y; dos, el sospechoso nerviosismo demostrado por el inepto juez Carlos Villafuerte Ruzzo, el mismo magistrado que llevó adelante la investigación por la muerte del hijo de Carlos Menem (3).
Investigación refrendadaHace un par de semanas, la investigación hecha por este cronista fue refrendada por uno de los delincuentes que sobrevivió a la masacre de Ramallo. Un programa de televisión llamado Informe Central entrevistó a Norberto Céspedes, quien acusó al ex jefe de calle de Colón, Miguel Canario Paolini de "encargar" el robo de una "documentación relacionada con la muerte de Carlos Menem Junior que habría estado en la bóveda del Banco Nación de Ramallo".
Céspedes, que estuvo en su momento acusado de aportar los teléfonos celulares a la banda que actúo en el copamiento del Banco de Ramallo, hizo confeccionar un acta ante su abogada cuando comenzó el juicio oral, donde hizo constar una serie de apremios que había sufrido en la Unidad Penal 3 de San Nicolás. En sus declaraciones televisivas, Céspedes argumentó que en varias cárceles lo habían torturado para que revelara donde estaba el sobre y el video, sacado del Banco Nación de Ramallo.
Es dable mencionar que en el año 2002, el periódico Colón Doce anticipó los mismos nombres que mencionó Céspedes: "el juicio que se realizó en la Cámara Federal de Rosario por el copamiento del Banco Nación de Villa Ramallo había dado un vuelco cuando el imputado Carlos Martínez reveló finalmente los nombres de dos policías que habrían entregado el atraco: dijo que el oficial del Comando de Patrullas de San Nicolás, oficial Miguel Canario Paolini, y el comisario Juan Carlos Maldonado aportaron a la banda un handy conectado a la frecuencia de la fuerza y el plano del Banco."
Hace unos días, este cronista entrevistó a Ana Herren, abogada de Zulema Yoma — madre de Carlitos Menem —, quien admitió: "cuando yo entré a la bóveda del Banco no había nada, ni siquiera plata. Lo que no puede ser cierto es que el policía de calle de Colón sea uno de los que armó la masacre. En realidad fue el ex juez Federal (Osvaldo) Lorenzo, que en ese momento era Ministro de Seguridad de la Provincia.
Zulema tenía datos de que Villafuerte había depositado documentación de la causa en el Banco de Ramallo. Se pensaba que era el primer video que se había obtenido y que nunca más apareció. El día de Ramallo yo recibí un fax en el estudio de entonces, en la Calle Viamonte en el que me decían que había una caja de Adidas que dentro contenía documentación que probaba el atentado. Por eso fuimos con Zulema y entremos al Banco.
¿Qué había en el maletín? Nunca nadie lo investigó. ¿Lograron restituir el reloj que se llevó el primer motociclista y no lograron restituir el maletín?".
El destacado perito Roberto Locles intenta responder la pregunta de Herren respecto al contenido de la valija: "en el viaje final con su avión, Carlitos Menem aterrizó en el aeródromo de Don Torcuato, donde una mujer joven y rubia, le entregó un sobre lacrado con pruebas del tráfico de armas que se estaba llevando adelante en nuestro país. Cuando el avión se precipitó a tierra cerca de Ramallo, un motociclista que llegó primero al sitio de la tragedia, tomó el portafolio con el sobre lacrado y un video en VHF. Los elementos habrían quedado depositados en el Banco Nación de Ramallo".
Concluyendo
El reciente testimonio de Norberto Céspedes es fundamental a la hora de entender qué es lo que sucedió esa gris jornada de septiembre de 1999 en Ramallo. Se ha demostrado sobradamente que la masacre fue un operativo policial para encubrir la participación policial en la planificación y montaje del frustrado asalto. Luego se ha demostrado que existió un operativo político-judicial para encubrir el mismo hecho. Nada parece haber quedado librado al azar a lo largo del tiempo.
La muerte del hijo del presidente Menem jamás fue esclarecida (4), el contenido de la valija nunca apareció y la masacre de Ramallo fue muy mal investigada.
Todos los ingredientes que se necesitan para armar un oportuno cerco de impunidad.
Christian Sanz
(1) Este dato fue desmentido por un peritaje solicitado por la querella y el fiscal de San Nicolás, Vicente Botteri. En él se revela que Saldaña fue golpeado en la cabeza, quedó inconsciente y luego fue ahorcado con un nudo de gran complejidad. El informe fue elaborado por la Asesoría Pericial de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
(3) La cantidad de desaciertos en el manejo de ese expediente, produjo innumerables quejas contra el juez y el pedido de juicio político a través del Consejo de la Magistratura.
(4) A las pocas horas del día en que ocurrió la "toma" del Banco Nación de Ramallo, Zulema Yoma — madre del fallecido Carlitos — viajó inmediatamente — junto a su entonces abogada — al lugar de hecho, luego de que un fax "anónimo" le advirtiera que la operación se había armado para "robar" la valija de su hijo. Quien escribe estas líneas fue testigo directo de lo sucedido.
Fonte: PeriodicoTribuna
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