por Pablo Docimo
Como ya hemos dicho en muchísimas ocasiones en este mismo sitio, una de las principales banderas que enarbola el Frente Para la Victoria es la de arrogarse, como nadie, la defensa de los derechos humanos.
En este sentido, sería interesante que el kirchnerismo explique qué entiende por estos, ya que en ningún momento se preocuparon por los "derechos humanos" de las víctimas del terrorismo durante la década de los 70, sólo por citar un ejemplo.
Todo lo contrario ocurre con los terroristas montoneros, quienes fueron, son y serán delincuentes, por más que hoy se los pretenda hacer ver y prestigiar como si hubiesen sido los Granaderos a Caballo del General San Martín.
Esto lleva a la justicia a actuar en forma totalmente parcial, y perseguir a cualquier persona que desde el golpe de Estado de 1976 hasta 1983 haya vestido un uniforme. No ocurre lo mismo con los integrantes del ERP, Montoneros, FAR y otras agrupaciones subversivas de la época.
El caso más claro, palpable y actual es la persecución política que sufre Luis Patti. Llegado este punto, para evitar alguna mala interpretación de algún lector "distraído" o mal intencionado, me siento en la obligación de aclarar dos cosas:
En primer lugar, no comparto en lo más mínimo la ideología del señor Luis Patti, ya que el solo hecho de pronunciarse en varias oportunidades como "justicialista" y "menemista", es motivo más que suficiente para que política o filosóficamente no coincida con él.
En segundo lugar, no es mi intención, en este artículo, opinar sobre la manera de proceder de Patti o los motivos que se le imputan, con los que estoy en total desacuerdo, sino el trato de desigualdad que se le da ante la Justicia, y en consecuencia, hacia la opinión pública.
Lo curioso de este caso, y motivo central de la nota, es que, quien impulsa la expulsión de Luis Patti del Congreso Nacional es nada más ni nada menos que Miguel A. Bonasso, quien argumenta, entre otras cosas, que Patti no posee "autoridad moral" para ejercer el cargo de Diputado de la Nación.
Veamos pues, quien fue Miguel Bonasso en su época de "joven idealista" hoy devenido en diputado y asesor presidencial.
Con el alias de 'Cogote' integraba el comando de montoneros en el área de prensa e inteligencia. Ya electo diputado — gracias a una lista sábana — realizó más de veinte viajes a Cuba para entrevistarse con su actual jefe máximo, Fidel Castro.
En los '70 dependía directamente de los jefes de la inteligencia montonera Rodolfo Walsh y Horacio Verbitsky, quienes tenían a su cargo la elección de los blancos para sus atentados, pese a lo cual fue Secretario de Prensa del presidente Héctor Cámpora.
Como integrante de la 'Columna Capital' de Montoneros habría participado del asesinato de José Ignacio Rucci, dos días después de la asunción de Juan D. Perón en septiembre de 1973. Faltaban tres años para la llegada de los dictadores Jorge Videla, Orlando Agosti y Emilio Massera.
El objetivo montonero era "tirar un fiambre en la mesa de negociaciones de Perón" ya que este se negó a asignarles 400 cargos electivos que quisieron exigirle en las listas con que ganó las elecciones. El día de la asunción de Perón, durante su discurso en la Plaza, los montos cantaban: "¿Qué pasa ... qué pasa General, que está lleno de gorilas el gobierno popular?"
Fue 'guionista' de la película Iluminados por el fuego, donde el protagonista es el soldado conscripto trotskista Edgardo Esteban, actual periodista, nunca combatiente, un "cobarde" según los testimonios de sus camaradas de trinchera.
Bonasso lideró la llamada 'Rebelión de los tenientes' que se alzó contra la cúpula de montoneros en 1979 en disidencia con lanzar una segunda contraofensiva. Curiosamente la mayoría de los que se rebelaron con Bonasso siguen vivos. Se sospecha que actuó como "topo" en el regreso de los primeros combatientes preparados en Cuba y Argel, señalando a sus camaradas para ser detenidos.
Este individuo tuvo la autoridad para liderar el movimiento de legisladores que prohibió la asunción de Luis Patti al Congreso aduciendo que no tenía capacidad moral para el cargo haciendo un inodoro con los 400.000 votos con los que Patti fue elegido legítimamente.
Cabe recordar, que el señor Bonasso hoy no posee ninguna agrupación política, ya que el partido que creó, Diálogo por Buenos Aires, carece de la cantidad mínima de afiliados. Este señor, que participó de secuestros, asesinatos y torturas, ¿tiene autoridad moral para ejercer el cargo de Diputado y además decidir quién puede serlo o no?
Para finalizar, sería bueno que el señor Bonasso, quien se benefició por el indulto presidencial de Carlos Menem, y gracias a ello hoy está en libertad y cobra un suculento sueldo, más viáticos, más asesores, más un despacho que pagamos todos, nos diga en qué benefició a los argentinos con su labor en estos años que ocupó una banca, cuáles fueron sus logros, y por qué debemos sentirnos orgullosos de tener representantes del pueblo como él.
¡Ah! Y como si todo esto fuera poco, dentro de algún tiempo será acreedor de una jubilación de privilegio.
En este sentido, sería interesante que el kirchnerismo explique qué entiende por estos, ya que en ningún momento se preocuparon por los "derechos humanos" de las víctimas del terrorismo durante la década de los 70, sólo por citar un ejemplo.
Todo lo contrario ocurre con los terroristas montoneros, quienes fueron, son y serán delincuentes, por más que hoy se los pretenda hacer ver y prestigiar como si hubiesen sido los Granaderos a Caballo del General San Martín.
Esto lleva a la justicia a actuar en forma totalmente parcial, y perseguir a cualquier persona que desde el golpe de Estado de 1976 hasta 1983 haya vestido un uniforme. No ocurre lo mismo con los integrantes del ERP, Montoneros, FAR y otras agrupaciones subversivas de la época.
El caso más claro, palpable y actual es la persecución política que sufre Luis Patti. Llegado este punto, para evitar alguna mala interpretación de algún lector "distraído" o mal intencionado, me siento en la obligación de aclarar dos cosas:
En primer lugar, no comparto en lo más mínimo la ideología del señor Luis Patti, ya que el solo hecho de pronunciarse en varias oportunidades como "justicialista" y "menemista", es motivo más que suficiente para que política o filosóficamente no coincida con él.
En segundo lugar, no es mi intención, en este artículo, opinar sobre la manera de proceder de Patti o los motivos que se le imputan, con los que estoy en total desacuerdo, sino el trato de desigualdad que se le da ante la Justicia, y en consecuencia, hacia la opinión pública.
Lo curioso de este caso, y motivo central de la nota, es que, quien impulsa la expulsión de Luis Patti del Congreso Nacional es nada más ni nada menos que Miguel A. Bonasso, quien argumenta, entre otras cosas, que Patti no posee "autoridad moral" para ejercer el cargo de Diputado de la Nación.
Veamos pues, quien fue Miguel Bonasso en su época de "joven idealista" hoy devenido en diputado y asesor presidencial.
Con el alias de 'Cogote' integraba el comando de montoneros en el área de prensa e inteligencia. Ya electo diputado — gracias a una lista sábana — realizó más de veinte viajes a Cuba para entrevistarse con su actual jefe máximo, Fidel Castro.
En los '70 dependía directamente de los jefes de la inteligencia montonera Rodolfo Walsh y Horacio Verbitsky, quienes tenían a su cargo la elección de los blancos para sus atentados, pese a lo cual fue Secretario de Prensa del presidente Héctor Cámpora.
Como integrante de la 'Columna Capital' de Montoneros habría participado del asesinato de José Ignacio Rucci, dos días después de la asunción de Juan D. Perón en septiembre de 1973. Faltaban tres años para la llegada de los dictadores Jorge Videla, Orlando Agosti y Emilio Massera.
El objetivo montonero era "tirar un fiambre en la mesa de negociaciones de Perón" ya que este se negó a asignarles 400 cargos electivos que quisieron exigirle en las listas con que ganó las elecciones. El día de la asunción de Perón, durante su discurso en la Plaza, los montos cantaban: "¿Qué pasa ... qué pasa General, que está lleno de gorilas el gobierno popular?"
Fue 'guionista' de la película Iluminados por el fuego, donde el protagonista es el soldado conscripto trotskista Edgardo Esteban, actual periodista, nunca combatiente, un "cobarde" según los testimonios de sus camaradas de trinchera.
Bonasso lideró la llamada 'Rebelión de los tenientes' que se alzó contra la cúpula de montoneros en 1979 en disidencia con lanzar una segunda contraofensiva. Curiosamente la mayoría de los que se rebelaron con Bonasso siguen vivos. Se sospecha que actuó como "topo" en el regreso de los primeros combatientes preparados en Cuba y Argel, señalando a sus camaradas para ser detenidos.
Este individuo tuvo la autoridad para liderar el movimiento de legisladores que prohibió la asunción de Luis Patti al Congreso aduciendo que no tenía capacidad moral para el cargo haciendo un inodoro con los 400.000 votos con los que Patti fue elegido legítimamente.
Cabe recordar, que el señor Bonasso hoy no posee ninguna agrupación política, ya que el partido que creó, Diálogo por Buenos Aires, carece de la cantidad mínima de afiliados. Este señor, que participó de secuestros, asesinatos y torturas, ¿tiene autoridad moral para ejercer el cargo de Diputado y además decidir quién puede serlo o no?
Para finalizar, sería bueno que el señor Bonasso, quien se benefició por el indulto presidencial de Carlos Menem, y gracias a ello hoy está en libertad y cobra un suculento sueldo, más viáticos, más asesores, más un despacho que pagamos todos, nos diga en qué benefició a los argentinos con su labor en estos años que ocupó una banca, cuáles fueron sus logros, y por qué debemos sentirnos orgullosos de tener representantes del pueblo como él.
¡Ah! Y como si todo esto fuera poco, dentro de algún tiempo será acreedor de una jubilación de privilegio.
Pablo Dócimo
NOTA:
Todo individuo que se sienta mal tratado o injuriado por la prensa, tiene — de acuerdo a nuestro manual de Estilo — el pertinente Derecho a réplica. Por tal motivo, invito, personalmente, al señor Bonasso, en caso que considere que algo de lo aquí expuesto sea falso, injurioso o perjudique su integridad moral, a realizar una entrevista para poder ejercer dicho derecho.
Todo individuo que se sienta mal tratado o injuriado por la prensa, tiene — de acuerdo a nuestro manual de Estilo — el pertinente Derecho a réplica. Por tal motivo, invito, personalmente, al señor Bonasso, en caso que considere que algo de lo aquí expuesto sea falso, injurioso o perjudique su integridad moral, a realizar una entrevista para poder ejercer dicho derecho.
Fonte: Tribuna de Periodistas |
COMENTO: Pobre América do Sul onde só são copiados os maus exemplos!!!!
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