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En el marco del gran temor oficial por la posibilidad de algún "desmadre" el fin de semana — tal cual fue anticipado por este periódico en el día de la fecha —, han comenzado a generarse ciertos "manotazos de ahogado" por parte del kirchnerismo a efectos de que no se filtre más información a la sociedad respecto a la delicada situación oficial.
Han reaparecido, a ese respecto, dos cortinas de humo, por un lado han comenzado nuevamente los incendios provocados por el propio gobierno (1); por el otro, se realizan en estas horas puntuales allanamientos contra ciertos medios y periodistas acusados de "revelar secretos de Estado". Algunos de ellos son: Juan Bautista Yofre (periodista y ex funcionario menemista), Roberto García (director de Ámbito Financiero, aún no confirmado) y Héctor Alderete (Presidente de Seprin.com). Asimismo, se está llevando a cabo la misma medida en sendos hogares paternos, de Iván Germán Velázquez y Pablo Alfredo Carpintero, ex agentes de la SIDE que dejaron el Gobierno luego de negarse a hackear mails a pedido del matrimonio Kirchner. Ambos — entrevistados oportunamente por Tribuna de Periodistas (2) — fueron acusados paradójicamente por hackear los correos electrónicos de ciertos funcionarios. Otro que sufrió el allanamiento de su domicilio es el siempre sospechado general Daniel Reimundes, quien se desempeñó como secretario general del Ejército bajo el mandato de Ricardo Brinzoni.
¿Adónde terminará esta movida? difícil saberlo, sólo puede decirse que son medidas que intentan tapar algunos datos de la coyuntura actual. Entre otros:
— El inesperado desabastecimiento nacional.
— El descontrol de los que protestan contra el gobierno.
— La increíble baja en las encuestas por parte de Cristina (oculta el kirchnerismo medición hecha por Datamática, donde la imagen de Cristina araña el 8% en algunas provincias).
— El insólito sobreseimiento de Nilda Garré por el envío de material bélico a EEUU a precios ínfimos.
— La denuncia del empresario Antonio Mata a revista Noticias de que un funcionario del oficialismo le pidió 6 millones de dólares para poder ingresar con su nueva empresa al país, Air Pampas.
— La embestida que está por sufrir un importante ministro a causa de la enorme cantidad de irregularidades que acumula en su haber (sus iniciales son AF).
— Etcétera.
En estas mismas horas, el grupo de tareas kirchnerista — el D2 santacruceño, ampliamente denunciado por este periódico (3) — está preparándose para contener cualquier tipo de desborde que pudiera generarse el fin de semana. Durante esta semana, hubo un intenso cruce de "carpetas" entre los integrantes de D2 y la Casa Rosada. Allí se esconden secretos inconfesables de diversos enemigos K e incluso de ciertos funcionarios oficiales que se ocupan de la seguridad del "matrimonio presidencial".
La desconfianza no tiene límites y se teme que alguna persona de aparente confianza pueda "conspirar" contra el kirchnerismo o filtrar información a la prensa independiente.
Gran Hermano K
La acusación por "revelación de secretos de Estado" que intenta impulsar el gobierno, de la mano de la impresentable jueza Sandra Arroyo Salgado — una de las pocas magistradas que se animó a hacer tarea tan sucia — es una medida anacrónica en pleno Siglo XXI. En tal sentido, ¿Qué es secreto de Estado y qué no? ¿Cuál es el límite que determina que un algo pueda contarse o no? ¿Significa esto que no pueden publicarse escándalos o negociados que involucren al gobierno?
El kirchnerismo, que se jacta de su lucha por los Derechos Humanos, en los hechos se muestra peligrosamente cercano a la dictadura militar, con un férreo control sobre la oposición y los medios. Ni hablar de la cooptación de la Justicia Federal y el Consejo de la Magistratura, amén de la insólita decisión del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, de que las fuerzas de seguridad deben informarle todo tipo de medidas que se estén a punto de tomar por pedido de funcionarios judiciales.
Se avanza en estos días sobre la Oficina Anticorrupción y la Defensoría del Pueblo de la Nación. ¿Adónde piensa llegar el gobierno para desactivar cualquier atisbo de denuncia contra sus funcionarios?
Una cosa es segura: cuando el matrimonio Kirchner deje el poder, deberá recorrer incesantes juzgados por los desaguisados que hoy cometen, junto con algunos de sus funcionarios.
Mientras tanto, parecen decididos a inventar las cosas más insólitas para acallar a aquellos que critican la corrupción oficial. Insólitamente, en la causa que tramita en el juzgado de la jueza Arroyo Salgado no hay más pruebas que el testimonio "secreto" de un grupo de agentes de la ineficiente Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), presumiblemente arengados por el oscuro Fernando Pocino, no casualmente uno de los pocos personajes que logran pertenecer al círculo íntimo de Cristina Kirchner.
¿Realmente cree el oficialismo que logrará frenar al periodismo crítico con medidas como la descripta? ¿Piensa ciertamente que frenará los enojos de la sociedad con palabras vacías de contenido como hizo hasta ahora?
La gente ya no cree en los fantasmas que agita el gobierno, sabe que son cortinas de humo utilizadas para tapar hechos de corrupción que han superado a la criminal entrega menemista. Una frase, pronunciada por una de las pocas fuentes oficiales que se animan a hablar con este medio, resume la locura oficial: "Es increíble lo que puede hacer el temor por inexistentes fantasmas. Pero más increíble es que, a falta de ellos, se los invente".
(2) Ver Periodico Tribuna
(3) Ver Periodico Tribuna
EL GOBIERNO ALLANA MEDIOS DE PRENSA ADVERSOS
Han reaparecido, a ese respecto, dos cortinas de humo, por un lado han comenzado nuevamente los incendios provocados por el propio gobierno (1); por el otro, se realizan en estas horas puntuales allanamientos contra ciertos medios y periodistas acusados de "revelar secretos de Estado". Algunos de ellos son: Juan Bautista Yofre (periodista y ex funcionario menemista), Roberto García (director de Ámbito Financiero, aún no confirmado) y Héctor Alderete (Presidente de Seprin.com). Asimismo, se está llevando a cabo la misma medida en sendos hogares paternos, de Iván Germán Velázquez y Pablo Alfredo Carpintero, ex agentes de la SIDE que dejaron el Gobierno luego de negarse a hackear mails a pedido del matrimonio Kirchner. Ambos — entrevistados oportunamente por Tribuna de Periodistas (2) — fueron acusados paradójicamente por hackear los correos electrónicos de ciertos funcionarios. Otro que sufrió el allanamiento de su domicilio es el siempre sospechado general Daniel Reimundes, quien se desempeñó como secretario general del Ejército bajo el mandato de Ricardo Brinzoni.
¿Adónde terminará esta movida? difícil saberlo, sólo puede decirse que son medidas que intentan tapar algunos datos de la coyuntura actual. Entre otros:
— El inesperado desabastecimiento nacional.
— El descontrol de los que protestan contra el gobierno.
— La increíble baja en las encuestas por parte de Cristina (oculta el kirchnerismo medición hecha por Datamática, donde la imagen de Cristina araña el 8% en algunas provincias).
— El insólito sobreseimiento de Nilda Garré por el envío de material bélico a EEUU a precios ínfimos.
— La denuncia del empresario Antonio Mata a revista Noticias de que un funcionario del oficialismo le pidió 6 millones de dólares para poder ingresar con su nueva empresa al país, Air Pampas.
— La embestida que está por sufrir un importante ministro a causa de la enorme cantidad de irregularidades que acumula en su haber (sus iniciales son AF).
— Etcétera.
En estas mismas horas, el grupo de tareas kirchnerista — el D2 santacruceño, ampliamente denunciado por este periódico (3) — está preparándose para contener cualquier tipo de desborde que pudiera generarse el fin de semana. Durante esta semana, hubo un intenso cruce de "carpetas" entre los integrantes de D2 y la Casa Rosada. Allí se esconden secretos inconfesables de diversos enemigos K e incluso de ciertos funcionarios oficiales que se ocupan de la seguridad del "matrimonio presidencial".
La desconfianza no tiene límites y se teme que alguna persona de aparente confianza pueda "conspirar" contra el kirchnerismo o filtrar información a la prensa independiente.
Gran Hermano K
La acusación por "revelación de secretos de Estado" que intenta impulsar el gobierno, de la mano de la impresentable jueza Sandra Arroyo Salgado — una de las pocas magistradas que se animó a hacer tarea tan sucia — es una medida anacrónica en pleno Siglo XXI. En tal sentido, ¿Qué es secreto de Estado y qué no? ¿Cuál es el límite que determina que un algo pueda contarse o no? ¿Significa esto que no pueden publicarse escándalos o negociados que involucren al gobierno?
El kirchnerismo, que se jacta de su lucha por los Derechos Humanos, en los hechos se muestra peligrosamente cercano a la dictadura militar, con un férreo control sobre la oposición y los medios. Ni hablar de la cooptación de la Justicia Federal y el Consejo de la Magistratura, amén de la insólita decisión del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, de que las fuerzas de seguridad deben informarle todo tipo de medidas que se estén a punto de tomar por pedido de funcionarios judiciales.
Se avanza en estos días sobre la Oficina Anticorrupción y la Defensoría del Pueblo de la Nación. ¿Adónde piensa llegar el gobierno para desactivar cualquier atisbo de denuncia contra sus funcionarios?
Una cosa es segura: cuando el matrimonio Kirchner deje el poder, deberá recorrer incesantes juzgados por los desaguisados que hoy cometen, junto con algunos de sus funcionarios.
Mientras tanto, parecen decididos a inventar las cosas más insólitas para acallar a aquellos que critican la corrupción oficial. Insólitamente, en la causa que tramita en el juzgado de la jueza Arroyo Salgado no hay más pruebas que el testimonio "secreto" de un grupo de agentes de la ineficiente Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), presumiblemente arengados por el oscuro Fernando Pocino, no casualmente uno de los pocos personajes que logran pertenecer al círculo íntimo de Cristina Kirchner.
¿Realmente cree el oficialismo que logrará frenar al periodismo crítico con medidas como la descripta? ¿Piensa ciertamente que frenará los enojos de la sociedad con palabras vacías de contenido como hizo hasta ahora?
La gente ya no cree en los fantasmas que agita el gobierno, sabe que son cortinas de humo utilizadas para tapar hechos de corrupción que han superado a la criminal entrega menemista. Una frase, pronunciada por una de las pocas fuentes oficiales que se animan a hablar con este medio, resume la locura oficial: "Es increíble lo que puede hacer el temor por inexistentes fantasmas. Pero más increíble es que, a falta de ellos, se los invente".
Christian Sanz
(1) Ver Periodico Tribuna(2) Ver Periodico Tribuna
(3) Ver Periodico Tribuna
Fonte: PeriodicoTribuna
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